Varios circuitos NASCAR de todo el país tienen túneles debajo de la pista para que los fanáticos entren y salgan de las instalaciones sin interrumpir las actividades. Con el tiempo, la vía tiende a asentarse, lo que causa hundimientos o protuberancias en su superficie.

Imagínese conduciendo un auto de carreras a velocidades cercanas a las 200 mph con solo pulgadas de separación con respecto a otros 39 autos. En cada vuelta, el piloto debe hacer ajustes a medida que se acerca a la curva del túnel y cruza la depresión en la pista.

Los conductores describen lo que le sucede al automóvil como “tocar fondo”, “rebotar” o “perdida de tracción momentánea”. La mayoría dice que “el vehículo se altera”, lo que queda demostrado por los muchos accidentes que se producen.

Una cosa es llegar a esa curva de túnel cuando todos van en línea, pero puede ser bastante inquietante cuando corren en grupo. Cualquier error de un conductor puede provocar un accidente que afecte a muchos. Un piloto, completamente concentrado y en su fila, de repente puede quedar atrapado en el error de otro.

La vida es así: pocos caminos son fáciles. Podemos estar enfocados y yendo en la dirección correcta cuando pum, nos topamos con un bache en el camino que altera la trayectoria de nuestra vida. O el error de otra persona nos saca de la pista.

Los baches en la vida se presentan en una diversidad de formas: enfermedades, la pérdida del trabajo, la muerte de un ser querido, el fin de una relación, una pérdida financiera, adicción a las drogas o el alcohol, un arresto o incluso la prisión. Las consecuencias de situaciones así pueden afectarnos durante años.

El apóstol Pablo es un excelente ejemplo de alguien que enfrenta varios baches difíciles. 2 Corintios 11:23–28 dice que Pablo fue perseguido, golpeado, azotado, apedreado; que se perdió en el mar y naufragó, que sufrió el hambre, la sed y la crudeza de los elementos, solo por nombrar algunos. Pero sin importar lo doloroso o perturbador del obstáculo, nada ni nadie podía impedir que Pablo avanzara a la meta a la que Dios lo llamaba (Filipenses 3:14). Estaba decidido a terminar su carrera.

Usted puede decidir sobreponerse al igual que Pablo. Niéguese a enojarse o a asignar culpas. Tampoco se ponga ansioso. En lugar de eso, ore a Dios. Él le dará la fuerza y la paz para seguir adelante (Filipenses 4:4–7).

A menudo, el enemigo, Satanás, tratará de sacarlo de la carrera. Pondrá distintas pruebas en forma de personas y circunstancias para distraerlo e inquietarlo, y robarle su victoria (Juan 10:10). Pero da igual lo que le mande, da igual cuán grande sea el bache o la colisión; su carrera no ha terminado.

Dios puede sacar algo beneficioso incluso de las pruebas más dolorosas. Si se lo permitimos, usa esas depresiones del camino de la vida para enseñarnos, madurarnos y fortalecernos, así como para llevar a cabo Su obra en nosotros (Santiago 1:2–4).

¿Alguna vez ha pensado en lo que sucede en el cielo cuando desvía del camino? De acuerdo con Romanos 8:26–27 y 8:34, el Espíritu Santo y Jesús oran a Dios el Padre por usted. Interceden, le piden a Dios que lo ayude a sobreponerse. Aférrese a esa verdad, ¡Jesús y el Espíritu Santo son sus compañeros de oración!

Los baches en el camino son complejos y dolorosos. Lo sé. Pero tómese un momento, quédese quieto y recuerde que Dios es Dios (Salmo 46:10). Su carrera no termina a menos que usted se rinda.

Dios siempre estará de su lado, ayudándolo y haciendo todo lo que sea para su bien (Romanos 8:28). Así que adelante, agradézcale y luego celebre de antemano lo que Dios estará a punto de hacer.

“Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas” (Salmo 34:19 NVI). Así que no se rinda y no ceda. Al igual que Pablo, olvide el pasado, mire hacia el futuro y siga adelante hacia el premio celestial que le espera (Filipenses 3:12–14).

 

 

La trayectoria de RANDY CLAYPOOLE en el automovilismo duró 26 años. En ese tiempo, se desempeñó como capellán de la NASCAR, y representante de relaciones públicas y medios de comunicación. También fue dueño y director de la ISCARS Dash Touring Series, una serie de carreras de automovilismo profesional. Como miembro del equipo de eventos de prisiones de Victorious Living, Randy ayuda a volver a la pista a quienes que se sienten descalificados de la carrera de Dios.