“Luego de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables” (1 Pedro 5:10 NVI).

La resiliencia es la capacidad de recuperarse después de la adversidad. La vida puede golpearnos como una tonelada de ladrillos. Estoy seguro de que usted sabe exactamente de qué le hablo.

Hace poco, parecía que todo lo que me podía sucederme sucedía, todo a la vez. Aumentaron la matrícula de la guardería. Tenía que reemplazar los cuatro neumáticos de mi camioneta. Mi refrigerador dejó de funcionar. Por mi esposo y los niños, tuvimos que ir varias veces al hospital en un lapso de dos meses…y la lista crecía.

Cuando apenas me recuperaba de un golpe, llegaba el siguiente. La vida se estaba imponiendo y, sin duda, yo estaba en un bajón.

“¿Dónde estás, Dios?”, exclamé. “¿Cuándo aparecerás para ayudarme? ¿Hasta cuándo tendré que soportar todo este sufrimiento? ¿No crees que he aprendido la lección? Vamos. Necesito un respiro”.

¿Alguna vez se ha sentido usted así? ¿Alguna vez se ha preguntado cuánto durará su tormenta? ¿Alguna vez ha pensado en levantar las manos y decir: “Basta. Ya tuve suficiente. Ya no puedo con esto. Es demasiado. Me harté”.

Gracias a Dios, las tormentas no son eternas. Sufrimos, pero solo por un tiempo.

Soy un testimonio viviente de que las noches más oscuras siempre ven el amanecer. No pierda la esperanza: el gozo de Dios llega en la mañana (Salmo 30:5). Se avecina un día más luminoso.

Estas son algunas promesas que pueden ayudarlo a superar los momentos difíciles. A mí me han funcionado.

  • Dios le dará Su fuerza cuando se canse. Se sentirá con más energía después de estar débil (Isaías 40:30–31).
  • La prueba de su fe desarrollará su paciencia y su capacidad de perseverar (Santiago 1:3–4).
  • Dios ya ha vencido todo lo que el mundo y el enemigo puedan enviarle (Juan 16:33).
  • Dios siempre está con usted, y nada puede apartarlo de Su amor (Romanos 8:38–39).

No olvide estas y otras promesas de Dios. Desarrollan su resiliencia y le ayudarán a mantener el rumbo y la fe hasta el final.

Recuerde todas las tormentas con las que se ha encontrado. Fueron duras, ¿no? Pero mire, ¡sigue aquí! Ha superado pruebas antes, y con la ayuda de Dios, puede hacerlo de nuevo. Puede vencer cualquier cosa con Dios de su lado (Filipenses 4:13).

Las dificultades que atraviesa no durarán para siempre. Haga el viaje con Dios, y será más fuerte y sabio que antes.

¿Contra qué tormentas está luchando que han puesto a prueba su fe o le han causado frustración, dudas o miedo? Déselas a Dios. Entréguele todas sus preocupaciones porque Él cuida de usted (1 Pedro 5:7). Confíe en Él mientras enfrente la tormenta o atraviese las dificultades. Dé un paso a la vez. El récord de pista de Dios está comprobado.

Según el Salmo 34:17, “Los justos claman, el Señor los oye y los libra de todas sus angustias” (NVI).

Nunca deje de orar al Señor. Siga clamando. Sus palabras no son en vano. Él lo oye y lo librará de todas sus tribulaciones.

 

Na’Kedra Rodgers es una belleza sureña con carácter. Le gusta empoderar a las mujeres como oradora, escritora y autora de podcasts. Su meta es inspirar, animar y conducir almas perdidas a Jesús. Conéctese con Na’Kedra en www.nakedrarodgers.com.